Los estudiantes pueden ser intimidados de diferentes maneras. Estos pueden incluir:
- Acoso físico, como ser empujado, empujado, golpeado, tropezado o escupido, o ser obligado a hacer cosas en contra de su voluntad.
- Acoso verbal, como ser objeto de rumores, burlas, insultos, amenazas o recibir notas o gestos ofensivos.
- Acoso relacional, incluida la exclusión intencionada de actividades, el aislamiento de sus pares, la ignorancia intencional, el daño a la reputación o la publicación de comentarios despectivos o imágenes vergonzosas en espacios públicos o en línea.
- Daño deliberado a la propiedad, como ropa, libros, productos electrónicos o joyas.
Los estudiantes pueden ser intimidados de varias maneras, que incluyen:
1. Acoso físico: como ser empujado, empujado, golpeado, tropezado o escupido, y ser obligado a hacer cosas que no quiere hacer.
2. Acoso verbal: como ser objeto de rumores, burlas, insultos, amenazas o recibir notas o gestos ofensivos.
3. Acoso relacional: como ser excluido intencionalmente de actividades, aislado de sus compañeros, ignorado intencionalmente, que se dañe la reputación o que se publiquen comentarios despectivos o imágenes vergonzosas en un espacio público o en línea.
4. Daño deliberado a la propiedad, como arruinar ropa, libros, productos electrónicos o joyas.
En la escuela secundaria, su hijo puede experimentar cambios en la dinámica social con sus compañeros, incluyendo hacer nuevos amigos y enfrentar el acoso. Es importante comprender los diferentes roles que desempeñan los adolescentes en el acoso para prevenirlo o abordarlo. Los niños pueden presenciar, intimidar o ser intimidados. También pueden desempeñar múltiples roles y podrían ser espectadores que presencian o experimentan acoso.
As a parent, you are your child’s number one protector. It’s up to you to recognize the warning signs of bullying. Not all children show warning signs, but if you notice any of the following, it might be that they’re being bullied:
Your child has unexplained injuries.
If they have "lost" or had destroyed clothing, books, electronics, or jewelry.
If they have frequent headaches or stomach aches, or often feel sick or fake illness.
If you notice changes in their eating habits, like suddenly skipping meals or binge eating.
If they have difficulty sleeping or frequent nightmares.
If they have declining grades.
If they have a loss of interest in schoolwork or don’t want to go to school.
If they have a sudden loss of friends or avoid social situations.
If they have feelings of helplessness or decreased self-esteem.
If they engage in self-destructive behaviors, such as running away from home, harming themselves, or talking about suicide.
Si bien ningún padre desea que su hijo participe en un comportamiento de intimidación, es importante estar atento a las posibles señales. Su hijo puede estar involucrado en acoso si:
- Participar en altercados físicos o verbales.
- Asociarse con compañeros que exhiben comportamientos de intimidación.
- Mostrar niveles crecientes de agresión.
- Tener encuentros frecuentes con las autoridades escolares.
- Adquirir posesiones inexplicables o dinero extra
- Echar la culpa a otros o no asumir la responsabilidad de sus acciones.
- Expresar preocupación significativa por su estatus social o popularidad.
Para ayudar a su hijo a comprender el acoso, involúcrelo en debates abiertos sobre lo que implica el acoso y cómo afrontarlo de forma segura. Anime a su hijo a compartir cualquier caso de acoso que haya presenciado, experimentado o del que haya oído hablar. Mantenga abiertas las líneas de comunicación comunicándose periódicamente con su hijo, escuchando activamente sus pensamientos, conociendo a sus amigos y comprendiendo sus experiencias escolares. Bríndeles el conocimiento sobre cómo reaccionar si se enfrentan a acoso y asegúrese de que sepan a quién contactar en la escuela en caso de acoso.
Si su hijo está involucrado en acoso:
Como padre, usted es el protector número uno de su hijo. Depende de usted reconocer las señales de advertencia del acoso. No todos los niños muestran señales de advertencia, pero si notas alguna de las siguientes, es posible que estén siendo acosados:
Para determinar si esto es acoso, considere lo siguiente:
- ¿Cuál es la historia entre los niños involucrados?
- ¿Existe un desequilibrio de poder?
- ¿Ha sucedido esto antes? ¿Le preocupa a su hijo que esto vuelva a suceder?
- ¿Han salido los niños?
- ¿Alguno de los niños está involucrado con una pandilla?
Si su hijo está siendo acosado:
Escuche y concéntrese en su hijo, asegúrele que el acoso no es su culpa y considere buscar ayuda de un consejero escolar o de un servicio de salud mental si es necesario. Trabaje con el niño, otros padres y la escuela para resolver la situación y proteger al niño. Recuerde nunca decirle al niño que ignore el acoso, que no lo culpe por ser acosado y que evite la confrontación física. Comuníquese con la escuela u otros funcionarios para una mediación en lugar de comunicarse con otros padres.
1. Busque ayuda de un adulto, amigo o compañero de clase en una situación amenazante.
2. Sea asertivo con el acosador sin ser agresivo.
3. Utilice el humor para desviar las amenazas.
4. Evite lugares inseguros y aléjese de posibles situaciones de acoso.
5. Haz un comentario despectivo para difundirlo.
6. Camine con amigos o en un grupo pequeño.
7. Utilice el diálogo interno positivo para mantener la autoestima.
8. Mantenga la calma exterior cuando sea acosado para evitar empoderar al acosador.
Anime a su hijo a:
1. Defender a la víctima del acoso.
2. Intervenir en grupo con otros estudiantes.
3. Cambie de tema para desviar la atención.
4. Cuestionar el comportamiento de acoso.
5. Utilice el humor para aligerar la situación.
6. Oponerse abiertamente al acoso.
7. Mostrar aprobación de la víctima.
Si no se sienten cómodos interviniendo, pueden:
1. Acércate al objetivo para expresarle su apoyo.
2. Informe el acoso a un adulto de confianza.
3. Comuníquese con el acosador si se siente seguro de hacerlo.
4. Sea un modelo de bondad y respeto.
Como padre de un niño de secundaria, es importante ser consciente de la transición de la niñez a la adolescencia. Este es un momento en el que los niños se vuelven más independientes, valoran las amistades y los círculos sociales y pueden ser vulnerables al acoso. En 2019, alrededor del 28% de los estudiantes de sexto, séptimo y octavo grado informaron haber sido acosados en la escuela. Es importante conocer las señales de advertencia y comprender cómo abordar y manejar el acoso.